La emblemática rosa china como protagonista. Pero esta vez, en acero inoxidable

Como parte de la cultura milenaria, en China las murallas siempre representaron su típica arquitectura tradicional. Por tal motivo, el Beijing Rose Museum llama la atención por su belleza, la estética del acero inoxidable y el paisaje.

Está ubicado en un parque de 100 hectáreas que ha exhibido más de 2000 especies de rosas. Fue diseñado para atraer y no dejar pasar por alto por alto su impresionante vistas de los alrededores.

Además desarrolla un bellísimo juego de luces y sombras que se proyecta a través de su diseño de enormes rosas en toda la delgada estructura de acero “desprendida” que recubre todo el edificio.

Un emblema nacional

La floricultura en general, y en especial las rosas, forman parte de la antigua cultura china. Es por esto que fue el motivo utilizado en la creación y desarrollo de esta obra basada en la intención de mostrar la historia y la cultura de las rosas en China, que también rememora la antigua muralla y conjuga tradición e innovación tanto en espacios internos como externos.

Fachada de acero inoxidable del Rose Museum
Nuevo museo en China

Este material tan noble y duradero como lo es el acero, dio la forma a estos espacios abiertos que se abrazan y cierran alrededor del edificio, fusionando chapa y perfilería. Lo que, en gran medida, recuerda a los patios amurallados chinos tradicionales.

La fachada desde distintos ángulos

Su fachada, de 300 metros por 17 de altura, está íntegramente realizada en inoxidable. Y envuelve como una piel esta sucesión de chapas perfectamente ensambladas y que conforman una geometría donde se desdibujan los límites entre el paisaje interior y el exterior.

Vista atardecer del Rose Museum.

Por la noche, el museo se ilumina desde adentro para brindar una hermosa apariencia brillante que se puede disfrutar desde el otro lado del lago.