La coquetería ante todo Desde que desembarcaron y se difundieron en la Argentina, allá a fines de los 90’, los visores y las máscaras fotosensibles para soldadura han ido evolucionando para terminar siendo una herramienta útil e indispensable para cualquier soldador, tanto profesional como amateur. Estos visores aumentan de manera positiva la calidad de vida y del trabajo de los soldadores de acero inoxidable y cualquier otro metal, como así también de su productividad. Hay muchos beneficios en el uso de estas máscaras a la hora de soldar tanto acero inoxidable o cualquier soldadura en general, como también algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de elegir la que más se adapta a cada necesidad de trabajo. Recordemos que poseen un visor electrónico de cristal líquido, con protección mediante una serie de filtros contra la radiación infrarroja (IR) y los rayos ultravioletas (UV), que debe mantenerse en estado claro y nítido, para permitir que el soldador vea el trabajo que va a desarrollar, y que se oscurece de manera automática al iniciarse el arco de la soldadura. Uno de los principales beneficios es que estas máscaras hacen innecesario que el soldador debe bajar o subir su máscara durante todo el procedimiento de soldadura, a la vez que evita el encandilamiento. Beneficios A la hora de evaluar las máscaras fotosensibles para soldadura hay algunas consideraciones sobre sus ventajas, podemos observar que: El soldador puede disponer de ambas manos libres, dado que no es necesario que suba o baje su máscara. No sufrirá los dolores musculares clásicos producto de alzar o bajar la máscara, como tampoco iniciar el arco de soldadura en lugar equivocado. Podrá visualizar en todo momento el trabajo que está realizando. Eso mismo hará que se reduzcan los procesos de la limpieza en la soldadura, defectos o contaminación, gracias a la visibilidad permanente de su trabajo. No recibirá radiación de otros soldadores circundantes. Como estará teniendo muy buena visual del lugar de soldadura, optimizará los tiempos de limpieza de cordones de soldadura, contaminación o defectos en el trabajo. Tips a la hora de elegir nuestra máscara Por otro lado, contamos también con algunos tips para saber encontrar y seleccionar la que más nos convenga para nuestro trabajo: Debe ser liviana, puesto que el soldador la cargará en su cabeza durante un lapso prolongado; pensemos que la jornada laboral de un soldador puede tener 6, 8 o más horas. La forma no es un detalle menor: la máscara debe cubrir su cara y cuello, para evitar la exposición a la radiación y rayos UV. Y su sistema de sujeción en la cabeza debe contar también con todas las regulaciones necesarias para su correcta colocación y firmeza. Debe ser articulada, fácil de subir y bajar, con topes para ajustar sus movimientos. En cuanto al color, será totalmente opaco para impedir el paso de la radiación y de color negro en su interior, que evita los incómodos reflejos. Como podemos ver, no es algo simple la elección de una buena máscara fotosensible, pero contemplemos siempre que lo barato sale caro y que siempre deberemos priorizar la importancia de la misma en la salud y en la productividad del soldado