Desde una olla, hasta la bacha de la cocina, pasando por la parrilla y hasta en el marco del espejo de la oficina, hoy contamos con un sinfín de productos de acero inoxidable. En la actualidad hay cientos de utensilios, piezas de muebles y artículos en los hogares y oficinas realizados en este material. Pero, por desconocimiento o falta de información, solemos limpiarlo con productos equivocados y, como consecuencia, los arruinamos o rayamos. Lo que se debe evitar a toda costa: Lavandina o productos con cloro Esponjas de acero común Limpiadores para plata ya que pueden contener cloruros o ácidos Lo que Sí SE DEBE realizar al limpiarlo: Ir de elementos menos agresivos a más agresivos. Las marcas más suaves, la de los dedos, por ejemplo, deben sacarse con una franela o con un limpiador aerosol indicado para este metal. Para productos difíciles de despegar, pueden usarse esponjas del mismo material. Si la superficie es satinada o pulida, al usar la esponja se debe limpiar siempre en la dirección del pulido, y no perpendicular a él. Si se tiene un pulido espejo, utilizar los limpiadores para vidrios. Hay electrodomésticos que vienen con chapas superficies antihuellas, donde la visibilidad de las huellas es menor. Al ser leves, pueden limpiarse con una franela seca. Algunas consideraciones para su limpieza: En algunas ocasiones, en la bacha de cocina, suelen aparecer manchas de grasa o de té. En esos casos, en primer lugar, se deben utilizar limpiadores en crema que luego se enjuagan para finalmente secar la bacha. Es importante evitar que quede húmeda luego de limpiarla. Si la suciedad persiste se puede tratar con una solución hecha en casa que se elabora mezclando 75% de agua y 25% vinagre dejándola unos minutos para que actúe. Luego de limpiar dicha zona, enjuagar con abundante agua y secar con un paño. En el caso de los restos de comida quemada que quedan en el fondo de las ollas y las sartenes de inox, lo ideal en primera instancia es llenar la olla con agua caliente, ponerle una gota de detergente y dejar actuar esta solución en los utensilios unos 15 minutos. Luego se pueden remover los restos que ya estarán flojos, con una esponja. Si persisten los restos adheridos, usar una esponja de acero inoxidable. Es probable que queden algunas marcas en el material interno, pero esto no daña la resistencia a la corrosión. Si esta fórmula no funciona, lo ideal será utilizar paños de vellón suaves en forma similar a la esponja habitual. Finalmente, si tenés una parrilla de este material, y quedan restos más difíciles de sacar, podés usar 2 cucharadas de bicarbonato de sodio diluído en agua caliente y dejándolo actuar 15 minutos para luego removerlo con el paño de vellón.