Limpieza Esencialmente, la resistencia a la corrosión de los aceros inoxidables depende de la capa pasiva que resguarda su superficie. Dicha capa es fina, adherente, e invisible a simple vista. Preservar el acero inoxidable es, fundamentalmente, resguardar la capa pasiva. Y la limpieza es fundamental para ello. Los aceros inoxidables son materiales que pueden ser limpiados con facilidad. ¿Cómo limpiar el Acero Inoxidable en operaciones industriales? Las formas de limpieza pueden diferir según la industria donde se realice. La elección de un determinado procedimiento depende del grado de limpieza necesario, el tipo de elemento que será removido y los costos de la operación de limpieza. Entre los distintos modos de limpieza hallados en la industria, podemos encontrar la limpieza alcalina, muy utilizada para remover aceites y grasas. Para este modo de limpieza la temperatura y la agitación son trascendentes. Las emulsiones de solventes orgánicos en soluciones acuosas con jabones u otros emulsificadores (elementos que incrementan la dispersión de un líquido en otro) pueden ser utilizadas en la eliminación de lubricantes. Como solventes más frecuentes, podemos mencionar los hidrocarburos alifáticos y los hidrocarburos clorados. Con estos compuestos, habitualmente se utilizan temperaturas un poco superiores a la de ambiente. Es recomendable no utilizar solventes clorados en áreas cerradas o en áreas que tienen intersticios, debido al riesgo de corrosión por picado o por rendijas. Algunos consejos para tener en cuenta A menudo se puede realizar una limpieza con vapores de solventes clorados volátiles para eliminar grasas y aceites. Deben tomarse los recaudos necesarios para evitar que haya agua en el estancada en el material a limpiar, debido a que entre dicha agua y el solvente clorado podrían generar ácido clorhídrico, el cual es un agente muy agresivo para los aceros inoxidables. No olvidemos que los solventes clorados no se son recomendados en regiones cerradas o que contengan intersticios. Para áreas donde el acceso resulta dificultoso, se puede practicar la limpieza a través de ultrasonido con detergentes o solventes. Sonidos de alta frecuencia generan la cavitación y micro agitación de estos fluidos. Y a fin de eliminar óxidos y contaminaciones en los aceros inoxidables es que se utilizan las limpiezas ácidas. Es recomendable que, luego de esta operación de limpieza, se realice un tratamiento de neutralización y un enjuague con abundante agua.
¿Cómo limpiar correctamente el acero inoxidable?
Desde una olla, hasta la bacha de la cocina, pasando por la parrilla y hasta en el marco del espejo de la oficina, hoy contamos con un sinfín de productos de acero inoxidable. En la actualidad hay cientos de utensilios, piezas de muebles y artículos en los hogares y oficinas realizados en este material. Pero, por desconocimiento o falta de información, solemos limpiarlo con productos equivocados y, como consecuencia, los arruinamos o rayamos. Lo que se debe evitar a toda costa: Lavandina o productos con cloro Esponjas de acero común Limpiadores para plata ya que pueden contener cloruros o ácidos Lo que Sí SE DEBE realizar al limpiarlo: Ir de elementos menos agresivos a más agresivos. Las marcas más suaves, la de los dedos, por ejemplo, deben sacarse con una franela o con un limpiador aerosol indicado para este metal. Para productos difíciles de despegar, pueden usarse esponjas del mismo material. Si la superficie es satinada o pulida, al usar la esponja se debe limpiar siempre en la dirección del pulido, y no perpendicular a él. Si se tiene un pulido espejo, utilizar los limpiadores para vidrios. Hay electrodomésticos que vienen con chapas superficies antihuellas, donde la visibilidad de las huellas es menor. Al ser leves, pueden limpiarse con una franela seca. Algunas consideraciones para su limpieza: En algunas ocasiones, en la bacha de cocina, suelen aparecer manchas de grasa o de té. En esos casos, en primer lugar, se deben utilizar limpiadores en crema que luego se enjuagan para finalmente secar la bacha. Es importante evitar que quede húmeda luego de limpiarla. Si la suciedad persiste se puede tratar con una solución hecha en casa que se elabora mezclando 75% de agua y 25% vinagre dejándola unos minutos para que actúe. Luego de limpiar dicha zona, enjuagar con abundante agua y secar con un paño. En el caso de los restos de comida quemada que quedan en el fondo de las ollas y las sartenes de inox, lo ideal en primera instancia es llenar la olla con agua caliente, ponerle una gota de detergente y dejar actuar esta solución en los utensilios unos 15 minutos. Luego se pueden remover los restos que ya estarán flojos, con una esponja. Si persisten los restos adheridos, usar una esponja de acero inoxidable. Es probable que queden algunas marcas en el material interno, pero esto no daña la resistencia a la corrosión. Si esta fórmula no funciona, lo ideal será utilizar paños de vellón suaves en forma similar a la esponja habitual. Finalmente, si tenés una parrilla de este material, y quedan restos más difíciles de sacar, podés usar 2 cucharadas de bicarbonato de sodio diluído en agua caliente y dejándolo actuar 15 minutos para luego removerlo con el paño de vellón.